jueves, 28 de febrero de 2008

Paradysso

Tu esencia retuerce mi cuerpo,
tu ausencia lo ahoga por dentro,
maldita frase grabada en mis entrañas...
no hay razón para ser feliz.
El sol me quemará, la luz me abrasará
y el paso de los años no tendrá piedad...
Tu complicidad me hace pensar,
en algo más que un refugio...
Tu mediocridad a conservar,
toda mi vida en algún lugar.

La vejez se apodera de mis sueños.
El cansancio hoy derrota a la caricia.
Ya no tengo fuerzas para caminar,
sólo queda la esperanza.
El sol se esconderá, la luz se apagará,
y el tiempo, me hace esclavo de su final.
Tu complicidad me hace pensar,
en algo más que un refugio.
Tu mediocridad a conservar,
toda mi vida en algún lugar...
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lunes, 25 de febrero de 2008

Enamorarse y no

Dedicado a Inés y a su orgullosa opinión.

Cuando uno se enamora las cuadrillas
del tiempo hacen escala en el olvido
la desdicha se llena de milagros
el miedo se convierte en osadía
y la muerte no sale de su cueva
enamorarse es un presagio gratis
una ventana abierta al árbol nuevo
una proeza de los sentimientos
una bonanza casi insoportable
y un ejercicio contra el infortunio
por el contrario desenamorarse
es ver el cuerpo como es y no
como la otra mirada lo inventaba
es regresar más pobre al viejo enigma
y dar con la tristeza en el espejo.
Publicado por Houngan en 13:03 | 2 comentarios  
sábado, 23 de febrero de 2008

Negro

Vas a morir, aún no lo sabes...
Antes eras joven y bella...
Pero tu vida se reduce a cenizas,
y tu mirada erradica la esperanza.
No hay flores en la mesa,
no se oyen risas en el salón,
solo un llanto sin dolor...
el sonido de la negra dama
el abrazo con temor...
Vas a morir... lo siento...
Publicado por Houngan en 5:48 | 1 comentarios  

EL MUTILADO por Gabriel Ferrater

Ya sé que no le amas.
A nadie se lo digas.
Los tres, si nos ayudas,
guardaremos el secreto.
Nadie más ha de verlo
que tú y yo hemos visto.
La gente y las cosas
que os dieron su amistad
el se esconderá.
No volverá el café
que está para esperarté
Vendrán días de invierno,
estarán lejos de las mesas
donde os servían antes
ostras y vino blanco.
En los días de lluvia
no mirará el asfalto
donde os habéis visto
cuando a falta de taxis
teníais que ir a pie.
No abrirá más los libros
que le hablaron de ti,
ignorará qué dicen
cuando no hablan de ti.
Y sobre todo, puedes
estar segura, ni tu ni yo
sabremos dónde está.

Se irá confinando
por tierras muy remotas.
Caminará por bosques
oscuros. No le sorprenderá
la azagaya de luz
de nuestra memoria.
Y cuando esté tan lejos
que lo creamos muerto
podremos recordarle,
decir que no le amabas.
Ya no nos dolerá
saber que tu le faltas.
Será como un espectro
sin vida ni penar.
Como la foto macabra
de una Gueule Cassie,
que adorna un escaparate
y no nos impresiona.
Por ahora, no digamos nada
no alarmemos a nadie,
mostrando la herida
sangrante y purulenta.
Demosle tiempo y olvido.
Callemos hasta que nadie
-ni yo mismo-
lo pueda confundir aún conmigo...
Publicado por Houngan en 1:51 | 1 comentarios  
martes, 19 de febrero de 2008

TE ESPERO por Mario Benedetti

Te espero cuando la noche se haga día,
suspiros de esperanzas ya perdidas.
No creo que vengas, lo sé,
sé que no vendrás.
Sé que la distancia te hiere,
sé que las noches son más frías,
sé que ya no estás.
Creo saber todo de ti.
Sé que el día de pronto se te hace noche:
sé que sueñas con mi amor,
pero no lo dices,
sé que soy un idiota al esperarte,
pues sé que no vendrás.
Te espero cuando miremos al cielo de noche:
tu allá, yo aquí, añorando aquellos días
en los que un beso marcó la despedida,
quizás por el resto de nuestras vidas.
Es triste hablar así.
Cuando el día se me hace de noche,
y la luna oculta ese sol tan radiante,
me siento sólo, lo sé;
nunca supe de nada tanto en mi vida,
solo sé que me encuentro muy sólo,
Y que no estoy allí.
Mis disculpas por sentir así,
nunca mi intención ha sido ofenderte.
Nunca soñé con quererte, ni con sentirme así.
Mi aire se acaba como agua en el desierto,
mi vida se acorta pues no te llevo dentro.
Mi esperanza de vivir eres tu,
y no estoy allí.
¿Por qué no estoy allí?,
te preguntarás...
¿Por qué no he tomado ese bus que me llevaría a ti?
Porque el mundo que llevo aquí no me permite estar allí,
porque todas las noches me torturo pensando en ti.
¿Por qué no sólo me olvido de ti?
¿Por qué no vivo sólo así?
¿Por qué no sólo...?
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domingo, 17 de febrero de 2008

La comprensión de lo extraño

Poco a poco, y paso a paso, con el tintineo de su exuberante barriga de años y años, de una mala vida y de un exceso de esa mala bebida llamada cerveza, llega a su puesto.
Con la sonrisa carcomida, por esa mala vida, con la corona de sabio y la mirada de soñador, empezaba a soltar improperios y cosas sin sentidos propias de alguien que no toca la cordura ni tampoco la sobriedad.

Habla y todas su conversaciones acaban igual, pero es porque se esconde, se protege a si mismo de lo que en verdad es, pues esa mirada de soñador, esa misma mirada que tiene un marinero, que después de mucho tiempo ve tierra firme. Es que esa mirada díficil de pasar por alto, reflejaba la verdad de todo lo que era, un hombre enamorado, alguien que pese a que se crea un mujeriego y presuma de ello, se casaría siempre con la misma mujer, esa mujer que le ha aguantado 35 años, esa mujer, que espera, que le ayuda, y que al final de sus dias, le dara todo el tiempo perdido de una vida de trabajador, esa tranquilidad... pues aunque me duela reconocerlo, ha sido alguien que en 2 semanas me ha causado más huella que gente con la que he estado toda mi vida. Y es que no hay que menospreciar a un hombre mayor, pues que aunque ebrio y malhablado puede darte mucho que aprender.
Publicado por Houngan en 4:48 | 1 comentarios  
sábado, 16 de febrero de 2008

Déjà vu

Los amorosos de Jaime Sabines.

Los amorosos callan. El amor es el silencio más fino, el más tembloroso, el más insoportable. Los amorosos buscan, los amorosos son los que abandonan, son los que cambian, los que olvidan.

Su corazón les dice que nunca han de encontrar, no encuentran, buscan. Los amorosos andan como locos porque están solos, solos, solos, entregándose, dándose a cada rato, llorando porque no salvan al amor.

Les preocupa el amor. Los amorosos viven al día, no pueden hacer más, no saben. Siempre se están yendo, siempre, hacia alguna parte. Esperan, no esperan nada, pero esperan.

Saben que nunca han de encontrar. El amor es la prórroga perpetua, siempre el paso siguiente, el otro, el otro. Los amorosos son los insaciables, los que siempre -¡que bueno!- han de estar solos. Los amorosos son la hidra del cuento.

Tienen serpientes en lugar de brazos. Las venas del cuello se les hinchantambién como serpientes para asfixiarlos. Los amorosos no pueden dormirporque si se duermen se los comen los gusanos. En la oscuridad abren los ojos y les cae en ellos el espanto. Encuentran alacranes bajo la sábana y su cama flota como sobre un lago.

Los amorosos son locos, sólo locos, sin Dios y sin diablo. Los amorosos salen de sus cuevastemblorosos, hambrientos, a cazar fantasmas. Se ríen de las gentes que lo saben todo, de las que aman a perpetuidad, verídicamente, de las que creen en el amor como una lámpara de inagotable aceite.

Los amorosos juegan a coger el agua, a tatuar el humo, a no irse. Juegan el largo, el triste juego del amor. Nadie ha de resignarse. Dicen que nadie ha de resignarse. Los amorosos se avergüenzan de toda conformación. Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla, la muerte les fermenta detrás de los ojos, y ellos caminan, lloran hasta la madrugada en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.

Les llega a veces un olor a tierra recién nacida, a mujeres que duermen con la mano en el sexo, complacidas, a arroyos de agua tierna y a cocinas. Los amorosos se ponen a cantar entre labios una canción no aprendida, y se van llorando, llorando, la hermosa vida...
Publicado por Houngan en 8:45 | 2 comentarios  
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